sábado, 8 de enero de 2011

VISIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR A 2025

Las IES, en especial las Públicas, están muy vinculadas con esta frase "paradigma de un programa educativo de buena calidad".
Sabemos o lo identificamos con nueve puntos muy precisos que son:
  1. Una amplia aceptación social por la sólida formación de los egresados
  2. Altas tasas de titulación o graduación
  3. Profesores competentes en la generación, aplicación y transmisión del conocimiento, organizados en cuerpos académicos
  4. Currículum actualizado y pertinente
  5. Procesos e instrumentos apropiados y confiables para la evaluación de los aprendizajes
  6. Servicios oportunos para atención individual y en grupo de los estudiantes
  7. Infraestructura moderna y suficiente para apoyar el trabajo académico de profesores y alumnos
  8. Sistemas eficientes de gestión y administración
  9. Servicio social articulado con los objetivos del programa educativo

Estos nueve puntos los tenemos ubicados en el PIFI y han marcado el esfuerzo de muchas IES por alcanzar su cumplimiento, pero el origen de los puntos antes citados, se encuetra en el Programa Nacional de Educación 2001-2006.

Este programa, en el punto 3 referido a la educación superior, tiene una intruducción en donde define a la educación superior y establece la importancia para el país; dentro de esta introducción, incia un párrafo diciendo: "Un programa educativo de buena calidad cuenta con..." y en prosa menciona los nueve puntos que PIFI establece como el paradigma de un programa educativo de buena calidad (antes mencionados).

Lo más importante que considero de este Programa Nacional de Educación y que tal vez hemos dejado olvidado es la VISIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR A 2025 que a la letra dice:

"La educación superior será la palanca impulsora del desarrollo social, de la democracia, de la convivencia multicultural, y del desarrollo sustentable del país. Proporcionará a los mexicanos los elementos para su desarrollo integral y formará científicos, humanistas y profesionales cultos, en todas las áreas del saber, portadores de conocimientos de vanguardia y comprometidos con las necesidades del país. Se contará con un sistema de educación superior abierto, flexible y de buena calidad, que gozará de reconocimiento nacional e internacional. Estará caracterizado por el aprecio social a sus egresados, una cobertura suficiente y su coordinación con los otros tipos educativos, así como con la ciencia, la tecnología, el arte y la cultura. Las instituciones de educación superior tendrán una alta capacidad de respuesta para atender las necesidades académicas de sus estudiantes cada vez más diversos por su origen social y étnico, y formarán parte de redes de cooperación e intercambio académico, nacionales e internacionales, que sustentarán los programas de movilidad de profesores y alumnos. Las IES estarán integradas a su entorno y serán fuente de consulta para la sociedad y sus representantes en virtud de su reconocida autoridad moral y académica.
El sistema de educación superior estará conformado por 32 sistemas estatales, contará con un amplio respaldo por parte de la sociedad y atenderá a más de la mitad de la población entre 19 y 23 años con una oferta amplia, flexible y diversificada de programas educativos en instituciones de diversos perfiles tipológicos. Además, ofrecerá oportunidades de actualización a todos sus egresados y contará con una oferta variada y modalidades adecuadas de educación continua para satisfacer necesidades educativas de los adultos. La sociedad estará plenamente informada del desempeño académico y del uso de los recursos de todas las instituciones de educación superior, con sustento en procesos consolidados de evaluación y acreditación.
Tal vez es tiempo de ver qué tanto se ha logrado de esta visión en 10 años y lo más importante, enfocar esfuerzos a cumplir con esta visión y no sólo con lo que dictan los nueve puntos del paradigma que están ligados pero no lograrían los puntos marcados en la visión.

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